5ª PARA IL BELLO Y 7ª PARA IL MILAN

Bueno, pues ya tenemos campeón de la madre de las competiciones a nivel de clubes: el A.C Milan. Éste, nos ha dado un lección a todos los que pensamos que los vestuarios deben limpiarse y no se debe permitir que las vacas sagradas se apoderen de ellos. Os lo juro, yo he visto a los de Carletto Ancelotti este ejercicio en el Scudetto y eran un absoluto horror. De hecho sufrieron para eliminar al Céltic de Glasgow en los octavos de final del máximo torneo continental, necesitando incluso prórroga para dejar en la cuneta al 'equipo de Roma' (católicos). Hombres como el vetaranísimo Maldini han entrado, si es que ya no lo estaban, de lleno en el olimpo de los dioses del balompié. Esta es la 5ª para 'il bello' Paolo. Resumiendo: toda una demostración de supervivencia la del 'Jurassic Milan' en un dificilísimo año que empezó con castigo por el indigesto caso del Moggi-gate y sin apenas refuerzos de renombre.




Metidos de lleno en el choque pienso que Benítez se equivocó poniendo a Gerrard detrás de Kuyt, el capitan 'red' estuvo muy desacertado porque él necesita más espacio para llegar desde atrás. El Liverpool fue mejor en la primera parte y Pennant pudo abrir el marcador en el minuto 9 pero Dida (que hoy sí estuvo genial) detuvo el lanzamiento del vigoroso ex extremo del Arsenal que fue de lo más destacado de los de Anfield Road a lo largo de la contienda. Oddo y Jankulovski apenas tenían presencia en ataque y los 'rossoneros' vivían de alguna filigrana de Kaká más efectista que efectiva. Casi a la media hora un chut desde fuera del área de Xavi Alonso paso cerca de la portería milanista en otra buena acción ofensiva de los británicos. El antes mencionado vasco, cometió una falta al borde del área de Reina al filo del descanso sobre Kaká que sería fatal para los suyos. Pirlo lanzó y el balón tocó en el tenaz Inzaghi y los ingleses si iban a la caseta con un injusto 1-0 en contra. Ése fue todo el bagaje de los italianos en toda la primera mitad.




En la segunda parte más de lo mismo: el Liverpool intentándolo pero faltándole un hervor en su vanguardia, si bien Gerrard en el minuto 62 desperdició una ocasión inmejorable solo ante Dida. Fue la única. El Milan seguía a lo suyo: un equipo partido en dos con Inzaghi y Kaká buscándose la vida en ataque. El resto currando y en este apartado a mí me pareció más interesante el trabajo de Ambrosini que el del mediático Gattuso. Maldini estuvo más impreciso que otras veces y sus fallos pudieron costar un disgusto a su colectivo. Mark González debió ser de la partida en lugar de Zenden, el chileno y ex del Albacete es una auténtica bala por banda izquierda y habría sido más productivo en ataque que el decadente ex blaugrana. En el minuto 82 Inzaghi dribló a Reina e hizo el 2-0 en la segunda llegada seria del Milan en todo el partido. Efectividad máxima en ataque de los de Ancelotti (otro que entra en la historia con mayúsculas de los de San Siro). En un saque de esquina en el minuto 88 Agger peinó y Kuyt goleó para sellar el definitivo 2-1. Esta vez no huvo machada como en Estambul hace 2 años. El cielo de la Champions estaba ya pintado de color rojo y negro, pintado del color del Milan, pintado del color de un grande con enjundia y fuste que nos ha demostrado a los listos, precisamente eso, que los grandes nunca dejan de serlo. Copas de Europa en abundancia, 7, hablan por sí solas lo viva que está la gran squadra transalpina.